Me miro fijo nuevamente, desabotono totalmente mi camisa besando mi cuello me tiro al suelo y desabrocho mi pantalón-
¡Hablo en serio suélteme!-. No pude detenerlo, menos cuando me beso intensamente y comenzó a acariciar mi entrepierna-detén-deténgase…ah…ah-.su lengua pasaba por todo mi cuerpo, mis tetillas, mi boca y mas abajo de mi ombligo, el ya estaba sin camisa-
sácame el pantalón-
que me esta pidiendo sensei-
hazlo, hazlo-. Comencé a bajar la cremallera de su pantalón- tócame, tócame Takahashi-yo…-
se que no puedes evitarlo-
tiene razón.-
Así que lo acariciaba con temor, ya que jamás me había encontrado en esta situación, sus besos iban bajando hasta que llego a un punto que no resistí en gritar en gesto de excitación, un calor inmenso se apoderaba de mi cuerpo y se me hizo incontrolable besarlo por mi propia voluntad. Al sacarle el pantalón sentía una emoción extraña, tenia ese cuerpo para mi, solo para mi, el era muy apuesto pero seguía sintiéndome raro.-
no tengas miedo, no por que seamos hombres significa que no podamos hacer esto solo sígueme, te deseo como tu a mi-. Me quede en silencio y lo tome del cuello acercándolo a mis labios.
Los dos nos encontrábamos sin ropa en eso sentí un dolor inmenso, me volteo quedando boca abajo-solo tienes que relajarte-
es imposible, deténgase sensei- ya es tarde-
¡AH!...a-ah…no puedo… ¡Ay!...basta…basta…b-b-basta…aah-. El placer era inmenso, nunca sentí algo así lo único que pedía es que no se detuviera, era delicioso sentir su cuerpo pegado al mío…gritaba fuerte y él me acariciaba, con sus suaves y grandes dedos comenzó a frotar mi ****, era verdaderamente inexplicable lo que sentía cuando me toca, me gustaba, me gustaba demasiado, pero al pensar en mi hermano levemente se iba el placer.-
¿Ocurre algo?-
me da vergüenza lo que estamos haciendo-
…¿en qué piensas además de eso?-
en mi hermano-
olvida al resto en este minuto solo somos tu y yo y el resto del mundo da igual-
está bien-
Takahashi …-
¿sí?-
me gustas…desde el primer día que tuve que regañarte-
¿sensei?...¿por eso abusabas de mi con castigos absurdos?-
¿cómo?-
barrer la azotea, limpiar el piso del salón con un cepillo de dientes…eso es lo que haces conmigo…barrer el piso con mi volun...-. En ese preciso momento me hizo callar con un beso, me sentía tonto, utilizado por alguien, era un genio pero también era un idiota por hacerme esto, por juntar su cuerpo, por besarme y hacerme sentir mejor y a la vez peor.-
ya deja de pensar idioteces-
¿ah?-
mejor bésame-
¿es una petición?-
puede ser-
sabe, sensei ya es hora de que se vaya-
no hemos terminado-. Al terminar esas palabras sentía como me penetraba dolorosamente.-
piensa en otra cosa, algo que te haga sentir mejor
-¿tu?-si te sirve eso-claro-. Beso tras beso. No quería que terminara esto se sentía bien aunque me dolía mucho, nos sentamos, yo encima de él y así el penetraba con más fuerza.-
AH…sen…sensei…ah-ah-ah… ¡ay!...duele sensei…ah-ay-aaah-
con el tiempo…Ah-ah…te a…acostumbraras-
¿Cómo que con el tiempo? ¿Qué quieres decir con eso?-
que... ¿Crees que esta será la única vez que nos veamos de esta manera?-
habrá ¿otra vez?-
por supuesto, soy tu tutor y tendré que venir seguido y si para eso te tiene que ir mal en la universidad, te haré reprobar-
¡eres un infeliz! ya lárgate-
era una broma, que alterado eres-¡ay!-
se te olvido que aun estamos haciéndolo-
ya para…¡Ah!...ppara...-. Sus manos pasaban por todo mi cuerpo y sus besos…eran únicos, sentir su boca llegar a mi era gratificante, estaba todo húmedo y su cuerpo resbalando en el mío, era tan sucio, ¿qué diría mi hermano?, mi padre debe estar revolcándose en su tumba… ¿si me gusta estar así con este tipo…significa que soy gay? yo jamás tuve actitudes así…pero es que Shigeo me descontrola, no se que hacer.-Takahashi…tu **** ya no está en erección ¿ a dónde se fue tu mente?-
yo…-
deja de pensar cosas si sigues así…todo analizado…nada te saldrá bien-
vuelve a excitarme Shigeo, vamos hazlo.-
te colocaste decidido, eso me gusta…así que lo haré.- me coloco en el sillón la mitad de mi cuerpo hacia abajo se encontraba en el piso, mientras él me masturbaba sentía su ****, nuestros orgasmos eran mas y mas fuertes, mis lagrimas caían descuidadamente, no sabía si era por el exquisito dolor o por la tristeza y la vergüenza, me di vuelta y lamía su oreja mientras me tocaba bajo su cabeza pasando su lengua por mi cuerpo hasta que bajo, era realmente insaciable ese deseo y tuve que tomar una almohada y morderla en eso el comenzó a besar mi **** hasta llegar al sexo oral, incontrolablemente puse mis manos en su cabeza y comencé a presionar hacia abajo, el éxtasis de ese minuto no podía ser igualado con nada aunque mi eyaculación se dio a ver, el suciamente siguió y dijo que así sería mejor.
Estuvimos así unas dos horas, besándonos, tocando nuestros cuerpos, era tan raro pero aun así me sentía más tranquilo, cerca de él.
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