Busque la ropa para hoy y todo lo necesario y abri la puerta para ducharme, tenia mucho sueño y cuando entre al baño con los ojos entreabiertos no evite bostezar pero ocurrió algo inesperado, algo que fatigo mi cabeza y quede en un leve transe-
¡Ryuuki!, por ultimo golpea antes de entrar, pero que desvergonzado eres-. Se encontraba frente a mi la figura de un hombre, entre el vapor, las gotas del agua, y el ambiente del baño quede un poco anonadado. – que te quedas ahí mirando ¡PERVERTIDO!-
discúlpame, de veras no te sentí entrar-
de acuerdo pero sale de inmediato- lanzándome el jabón en la cabeza-
oye tonto- se coloco la toalla y se dirigió rápidamente a mi, todo mojado, fue y me empujo bruscamente.- ten cuidado torpe-
entonces sal de aquí-. Lo tome fuertemente del brazo pero el se impulso hacia atrás, estaba toda la cerámica resbalosa y solo pude ver mi ropa volar por los aires y a Eliot encima de mi, sus pupilas se encogieron y su cara se encontraba muy ruborizada.-
cuidado voy a levantarme-
NO Ryuuki no lo hagas-
por que no debería?-
mi toalla se soltó por favor, no te levantes-
lo hare de todas formas, puedo cerrar los ojos asi que no te preocupes tanto- esta bien-. Me levante pero como tenia los ojos cerrados no sabia a donde iba.- ahora puedo abrirlos?-
aun…espera un poco-. En eso siento que resbalo y un grito sale de la boca de esa habichuela-
CUIDADO, que no te puedes quedar quieto?-
pero si tu te demoras tanto-
al menos gracias a mi no te caíste-
jajajajajaja…gracias a ti??-
ya…ahora sal de aquí que quiero bañarme- no te demores-.
Me saque lo de arriba mientras ese niño se bañaba…me impresiono que se sonrojara tanto ante un accidente tan torpe.
Ya ha pasado un mes desde que llegaron los representantes de el Reino de los cielos y la relación que tengo con Eliot no es ni buena ni mala, podríamos decir que lo saludo, pero son los desacuerdos que tenemos es lo que mas frecuenta. Jamás había encontrado a la persona que es capaz de contestar a lo que digo de una forma versátil y seria, nadie suele enfrentarme ni criticarme y que este brote de habichuela lo hiciera me enfermaba de tal manera que habían ocasiones donde cerraba mi puerta y asi el no podía entrar al baño cuando mas lo necesitaba, solo asi me libraba de el.
Llego un dia cuando me otorgaron un caso especial de una joven llamada Sayu okane, me encargaron que la vigilara dos días sin que me viera y al tercero ella descubriera mi existencia sabiendo que la suya se acabaría, no es nada difícil hacer eso pero lo que me intrigaba era por que ponían interés en este caso y al parecer la chica poseía algún dote que nos serviría bastante para acortar las vidas humanas que es nuestra misión, para mantener el equilibrio en este mundo.
Sali desprevenidamente y note que Eliot no se encontraba en ninguna parte de la mansión, me enfade al darme cuenta de que me había preocupado por el sin saber el motivo pero segui con mi encargo. El mundo humano no se me hacia nada de interesante, pero llamaban mi atención ciertas cosas, como las parejas besándose o demostrando afecto, quizás sea unos de mis secretos anhelar algo asi, pero solo cuando veía estos actos. Pues se me vienen a la memoria los malos momentos que tuve al conocer mi primer amor Lucy, solo fue sufrimiento y desamparo y de ahí que mis sentimientos han sido enterrados en lo mas profundo
. La casa de Sayu Okane se hallaba hacia la ciudad de Canto, solo tenia la información para encontrarla y algunos datos extras sobre su vida. Su casa era acogedora y el ambiente cálido, las primeras 3 horas se las paso cantando y escribiendo poemas para, al parecer, su novio llamado Saito, sus pasatiempos eran cantar y dibujar cosas específicamente muy de “niñas”, no comprendía porque esta chica seria especial para nosotros ¿ en que nos beneficiaria su ayuda, con esa actitud tan infantil?, me parecía muy absurdo.
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