Así, la historia de Blancodientes empezó.
Qué cándido y dulce xD
Conforme pasaban los años, la dentadura de Blancodientes se volvía cada vez más y más blanca, y más y más reluciente, llegando al punto que con una simple sonrisa podía abastecer de luz a todo el reino durante meses. Todo era felicidad y armonía en el reino johnnyl... hasta que un día, al
Con esto, nuestro dulce Blancodientes acababa de convertirse, sin comerlo ni beberlo, en el blanco de las iras del rey Johnny. Así, mientras el joven cantaba con su voz angelical en el patio del castillo, el rey urdía a sus espaldas una gran conspiración. No quería verse involucrado en la eliminación del chico, pues era muy querido por los plebeyos, así que, para lavarse las manos, contactó con la organización criminal más temida y oscura de todas:Los Hombres de Negro
"¡Quiero que le arranquéis el corazón y que se lo deis a las vacas, y después le pintáis los dientes de negro y le hacéis agujeros!" El malvado rey se había vuelto loco de furia, estaba dispuesto a todo! Así, un día, mientras Blancodientes brincaba por el campo cantándole a las pájaras, se le acercaron dos sospechosos y oscuros hombres... "¿Eres tú Blancodientes?" El joven asintió alegremente mientras mostraba su deslumbradora sonrisa y les ofrecía a sus interlocutores un traguito de
"Mira chico, vamos a ser francos, que nosotros otra cosa no, pero sinceros lo somos un rato. Veníamos aquí a matarte a sangre fría y rápidamente, que queremos irnos de cañas, pero nos has caído bien. Además, hoy ha nacido mi hija Cazalla, y estoy muy feliz, así que va, te perdonamos la vida.... ¡¡¡PERO HUYE!!! Huye como un condenado cobarde lejos, muy lejos de aquí, pues si el malvado rey de este reino
Qué carita de pena... ¿alguien lo recoge? =P
Y dicho esto, aquellos misteriosos personajes desaparecieron entre una nube de humo. Blancodientes se quedó estático en su sitio... ¿que su padrino amado quería matarlo? ¿Por quéeee? Pero no se lo pensó más y apartando de un manotazo a una pícara pájara que se le había posado en el hombre, corrió tanto como sus torneadas y perfectas piernas le permitieron. Atravesó valles, campos, calles, ciudades, ríos, mares y océanos hasta que agotado por el esfuerzo, llegó a una casita perdida en medio de un bosque, a unos kilómetros de su casa y entró.
Lo que vio allí le impactó sobremanera a la par que le asustó. Toda la casa, desde el suelo hasta el techo, estaba empapelada con su -perfecta- cara. Había sonrisas deslumbrantes por todas partes, ¡¡cientos y cientos de ellas!! Estaba admirado, ¿cómo alguien podía vivir rodeado de él y no desmayarse con cada parpadeo? Era un misterio indescifrable para nuestro cándido protagonista, pero estaba demasiado cansado como para pensar en aquella extraña persona que tanto le adoraba. Así, recorrió la casita con cuidado de no pisarse demasiado hasta que llegó a una amplísima habitación con sietes camas tapadas con sendas mantas de su magnífico cuerpo. "Qué bueno que estoy", pensó inconscientemente al verse. Y es que nuestro Blancodientes era todo candidez e inocencia.
Se acercó a una de las camas para poder admirarse en toda su plenitud, pero cuando tocó la suave y blandita cama, no pudo aguantar más y cayó rendido abrazado a su cara -la almohada-.
Pasaron las horas hasta que, de pronto, el silencio de la noche fue interrumpido por unos cánticos
*musiquita de Heigh-Hoo (ai ho xD)*
"Ay Juuun, ay Juuuun~~,
Ay Jun, ay Jun,
qué bueno Jun que estás,
quiero llegar a casa ya
y pooooo-poderte abrazaaar"
En ese momento, la puerta de la casita donde nuestro Blancodientes dormía se abrió de par en par y siete alegres jóvenes exactamente iguales entraron mientras seguían recitando su canción. Se quitaron parsimoniosamente los zapatos para no ensuciar nada y empezaron a hablar emocionadas sobre el perfecto cuerpo de su amado. De pronto, pero, callaron. "¡Hay alguien en casa! ¡Nos han pisado a Jun!" gritó la que parecía llevar la voz cantante. Estaban ya sacando conjeturas sobre Jins envidiosos cuando oyeron un melodioso ronquido proveniente de su habitación. "¡¡¡¡Está aquíii!!!! ¡Es el intruso!.... ¡¡¡MATÉMOSLE!!! ¿¡Cómo osa pisarnos a nuestro Dios!? ¡¡Hereje!!" y allá que fueron, garrotes y cazuelas en mano dispuestas a apalizar a aquel despreciable ser que se había atrevido a mancillar el inmaculado rostro de su dios.
Perfecto *oo*
Entraron a la habitación hechas unas furias y cuando ya estaban a punto de desfigurar a Blancodientes, que tan apaciblemente dormía dentro de la cama, una gritó: "¡¡¡PARAAAAAAAAAAAAAAAD!!!" las otras la miraron indignadas, pero no les dejó replicar: "Chicas, fijaos en la forma de este bulto bajo el que se encuentra el blasfemo... ¿ese contorno tan perfecto no os recuerda a alguien? ¿No os recuerda a...a.... ¡¡¡¡AAAAH!!!!" Pum. Desmayo. Las otras seis, haciendo caso omiso al estado de la otra, levantaron con prisas la manta y entonces lo vieron: la criatura más celestial del reino dormía con una enorme sonrisa deslumbrante que las cegó solo unos instantes (pues ya estaban acostumbradas).Hubo un instante de silencio y entonces.... ¡¡¡¡¡¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!! Se abalanzaron sobre el pobre Blancodientes, que a punto estuvo de morir de un síncope al oír semejante chillido, y lo mataron.
Fin.
¡¡¡Qué nooooooooooo!!! xD Se abalanzaron sobre él, sí, pero sus reflejos, entrenados durante años esquivando los ataques
"Querido Dio- digo, querido Príncipe, ¿qué haces en un lugar cochambroso como éste? No digo que no queramos que estés, al contrario... pero tú, eminenci- digo, eminente ídolo, mereces un lugar mejor... aunque de todos aquí no te faltará de nada y estarás bien atendido, jujujuju"
"Jujujujujujujuju", las otras se unieron a la perversa risa mientras imaginaban las mil y una formas en que podían atenderle. Blancodientes las miró con recelo, pero se relajó. Al menos no parecían querer matarle, así que tampoco podía ser tan mala la situación.
"Pues no está tan mal, no..." xD
"Esto... bueno, veréis, mi padrino quiere matarme, así que estoy escondiéndome cual cobardica
"¡Hachi!" gritaron las siete jóvenes al unísono mientras, esta vez sí, se le abalanzaban con todas sus fuerzas.
Pasaron los días y cada vez Blancodientes era más y más feliz! Las siete Hachis le colmaban de atenciones y se turnaban para hacerle las faenas
Hasta que un día, el rey Johnny volvió a consultar su jin-espejo, tuneado para la ocasión con un sombrero, y la respuesta de éste fue la misma: "La dentadura más bonita del reino la tiene Blancodientes". El aullido de rabia que lanzó el rey se oyó hasta en el bosque de las hachis, aunque no le dieron mayor importancia, pues seguro que era un
El rey, rojo de rabia por esta información, decidió que era el momento de tomar el toro por los cuernos
*oo*
Esta cruenta batalla duró más de una semana hasta que al final, el rey, viendo que sus maquiavélicos planes nunca funcionarían con esas siete guardaespaldas protegiendo
Las siete Hachis gritaron, cantaron y bailaron de alegría, se abrazaron a su Dios, le sobaron, le besaron
¡Hachi x7 estaban eufóricas! Tanto que se echaron encima del Hado Madrino y a punto estuvieron de quedarse sin hechizo... sea como sea, al final éste cumplió su promesa y con un abracadabra sintetizó en una todo lo que eran las siete... ¿Qué consecuencias tuvo eso?
ÉSTA:
Blanconieves, al ver el resultado de esa magnífica unión, se enamoró perdidamente de Hachi y ambos marcharon juntos y felices al reino ikemenil, de donde ya nunca más quisieron marcharse (en especial Hachi xD).
2 comentarios:
yo kiero estar asi kon kame *¬*
algun dia oki tu solo sigue soñando
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