ok paula hay tienes hoy en verdad diste miedoooooooooo
sik dozo
Ya era la noche un buen baño con agua fría siempre me tranquiliza, y a dormir desnudo… para mi es relajante pero sentí unas ganas enormes de una buena hamburguesa de pollo, una pizza y una soda enorme…llamare a un servicio de comida rápida.
Ya eran las dos pero aun no tenia sueño. Al hacer zapping me encontré con una
de esas películas para *mayores*, aunque yo ya tengo dieciocho. Para mi mala suerte la película se trataba de una pareja de homosexuales que contaban lo difícil que les era mantener su relación en un mundo donde no aceptan que personas del mismo sexo puedan vivir como un matrimonio estable.
Sonó todo lindo pero como la película era xxx mostraron toda…absolutamente toda su intimidad. Las posiciones. Sus orgasmos, las palabras que decían…con cada minuto sentía que mi **** me ardía, no un ardor anormal, se trataba de que la película me excitaba de tal modo que no puede evitar masturbarme, algo que no hacía desde los 16. Era escuchar y ver a esos tipos y revivía el momento con Shigeo. Deseaba estar en ese mismo momento haciendo lo mismo que en la película con mi sensei en esta misma cama.
Cuando paso el rato desperté del shock erótico y me di cuenta que lo mío era grave. Yo no podía estar pensando de esa forma, imaginándome a Shigeo en mi cama… si solo lo hicimos una vez…pero fue impactante, jure no tocarme más, si ya estaba suficientemente grande para esos juegos de niñitos. Ahora sí que me dio sueño así que era mejor dormir.
Entre en un sueño rarísimo, veía a mi padre sentado en un trono enorme lleno de rosas secas, marchitas, putrefactas.Aun así era emocionante verlo, así que corrí a abrazarlo pero me detiene bruscamente, muy enfadado, me mira con una cara de enojo y decepción y me señalo hacia la izquierda, cuando me voltee vi a Shigeo sentado, leyendo un libro robusto pero con una mirada triste, rodeado de flores hermosas, quise
saludarlo pero mi padre me miro y señalo hacia la derecha, al ver quede plasmado de pena, era mi hermano llorando desesperadamente, con la tierna edad de once años, la edad que tenía cuando nuestra madre falleció.
Mi alma estaba partida, era como si mi padre estaba enterado de lo que había hecho y se sentía muy desilusionado de mí al ver que deje de lado a mi hermano, con todo el sufrimiento y el cargo de conciencia por la muerte de mamá. Lo mire y corrí de enseguida hacia Shigeo, fue incontenible el deseo de volver a sus brazos pero levanto lentamente su cara y su mirada reflejaba a un joven.
Cuando mire el titulo del grueso libro que leía me asombre al ver que se llamaba: * ESTE AMOR ES INSEGURO…AUN ASI TE AMO*.
0 comentarios:
Publicar un comentario